Hablar por hablar.

Alguna vez os habéis levantado sin ganas de hablar? Sin ganas de ver a nadie? Sin fuerzas para enfrentaros al mundo? Pensando en que es una putada salir de la cama donde estás agustito, calentito y protegido? 

Yo normalmente me levanto así de la cama. No estoy deprimida, ni enfadada con el mundo, simplemente odio el despertador y necesito unas horas para ir despejándome. Últimamente al no tener la obligación de levantarme pronto aun odio más el sonido del despertador ese día en que por algo (normalmente ir al médico) me tengo que despertar a una hora determinada. Porque realmente el problema no es que suene pronto o tarde, el problema es que suene. Lo ideal sería despertarse por uno mismo, cada uno a su ritmo.

No creo que sea nada malo pensar así. Normalmente, en las películas, se empeñan en mostrarnos que lo normal es despertarse con música a todo volumen, saltar de la cama e ir dando saltos y vueltas como un loco hacia la ducha. Te metes en la ducha de un salto, ellos nunca se resbalan y se rompen la crisma o se tuercen un tobillo. Ellos tienen una especie de palo con esponja que utilizan como micro y se lo pasan genial mientras se les mete el jabón en los ojos. Salen de la ducha y tienen ganas y tiempo de ponerse a hacer el desayuno. Un café y como mucho unas tostadas??? Nooooooooooooooo tortitas, tortillas, bacon, huevos, zumo de naranja natural, café, leche, cereales,..........Ahora estoy pensando que hay versiones en las que algunos antes de la ducha y el desayuno se van a correr unos cuantos kilómetros. Venga ya!!!!!!!!! Pero quien hace eso??

 

En fin, que todo esto venía a que el día que menos ganas tienes de hablar con nadie justo ese día se alinean todos los planetas del universo para que el mundo entero os quiera dar conversación.

El otro día fui al médico. Era uno de esos días. Llegué al médico unos 30 minutos después de abrir los ojos. Como no canto en la ducha no tardé ni 5 minutos en ducharme. Eso sumado a que no me tengo que secar el pelo, ventaja de estar calva, que desayuné un vaso de zumo de tetrabrik y que tengo el médico cerca de casa (en un  pueblo de 6000 habitantes todo está cerca de casa) pues en nada estaba sentada en la sala de espera.

Quería salir rápido de allí pero los planetas también se habían encargado de que la médica fuese con más de 1 hora de retraso y para rematarlo enviaron a una señora de esas que tienen la necesidad de hablar con todo el mundo y de hablar toooooooooodo el rato. Primero la tomó con una pobre señora que estaba allí suuuuper preocupada por su marido que se había pinchado una astilla en el dedo (eso me daría para otra historia)."Que si ya mismo entramos en guerra, que como nos tiren una bomba fétida nos vamos todos al otro barrio ( si, si, una b o m b a    F É T I D A) que si las pensiones de los abuelos, que si ella cuida abuelos, que si pun, que si pan y bla bla bla bla ......". En un momento dado nuestras miradas se cruzaron y yo "mierda", aparté rápido la mirada y cogí rápidamente el móvil y me puse a jugar y por suerte pasó de largo y reparó en un pobre padre con su hija pequeña y "estás malita?, y tu madre? tengo muchos pen drives y bla bla bla bla".  

Se hizo un silencio raro en la sala y de pronto noté unos ojos sobre mi y sí era ella. De pronto oigo "aquí no hay mucha cobertura, cuando yo tengo que hablar con el móvil me voy a la calle". No sé si hice bien pero me quede totalmente callada, sin mirarla, hice como si no la hubiese escuchado mientras pensaba "tu haz como si no la estuvieses escuchando, ella no sabe si eres sorda así que,...." En ese momento, salvada por la campana, la doctora dijo mi nombre. Dije "soy yo", me levanté y entré. Supongo que la señora se dio cuenta de que estaba pasando de ella pero la gente se tendría que dar cuenta de que no todo el mundo, en el médico y menos a primera hora de la mañana, tiene ganas de hablar con desconocidos.  Me sentí un poco mal pero mi madre siempre me ha dicho que no hable con desconocidos y yo soy muy obediente.