Cuando las malas noticias no vienen de una en una

Mi vida cambio con el cambio de año. Llevamos mucho tiempo escuchando que el fin del mundo se acerca. En realidad se dice que será en el 2012. Las más importantes profecías, los más diversos grupos espirituales y  de contacto, las antiguas escrituras, los más atentos científicos y la realidad actual indican, inequívocamente, que el tiempo es hoy, que la realidad apremia, y que nuestra responsabilidad aumenta a medida que se acerca la fecha límite: diciembre de 2012. Grandes huracanes, guerra de paz, epidemias generalizadas, globalización tecnológica, comunicación en tiempo real, depresiones en aumento, búsqueda espiritual, contrastes sociales, sofisticadas luchas de poderes,… Yo, que siempre he sido un poco adelantada para todo, nací 1 mes antes, hablé y ande mucho antes,…decidí que el “cambio” tenía que ser por lo menos con 1 año de antelación (supongo que para ir haciéndome a la idea). Bueno, en realidad yo no decidí nada. De las cosas más importantes siempre se encarga el “destino” (Fuerza supuesta y desconocida que determina lo que ha de ocurrir). Ese maravilloso destino se encargó de destrozarme un poco mi feliz vida.

-       Para explicar cómo me sentí no tengo más remedio que plagiar unas cuantas frases del libro “Claire se queda sola – Marian Keyees”.

Hasta entonces había supuesto que la vida me entregaba los momentos amargos en cómodos plazos y poco a poco. Que nunca me daba más de lo que yo pudiera soportar de una vez.

Me di cuenta de que eso no era así. Supe que la vida no respetaba las circunstancias personales.  La fuerza que nos arroja las calamidades no dice: “Está bien, no le voy a poner un tumor en el pecho hasta el año que viene. Mejor que antes se sobreponga de la noticia de que no va a poder tener hijos” Inexorable, prosigue su camino haciendo lo que le da la gana, cuando le da la gana.

Así que quiero presentar una queja sobre mi vida. Especifiqué claramente que quería una vida feliz, llena de amor, salud y dinero y, en su lugar, me timan con esta farsa grotesca.

Pues sí eso es lo que me pasó, o me está pasando.  Todo empezó cuando viendo que la cigüeña no pasaba por casa ni para saludar decidimos ir nosotros mismos a buscarla. Durante un tiempo la llamábamos casi a diario pero debía de  estar muy ocupada visitando adolescentes inconscientes y sin 2 dedos de frente que se pasan el día sin hacer ni el huevo. Bueno algo si que hacen, follar como animales sin tomar precauciones ya que, pobres ilusos, por una vez no pasa nada. Otra vez el querido destino riéndose y burlándose de nosotros.

Nos fuimos a París, ciudad del amor , y lo combinamos con Disney a ver de ver tantos niños se nos pegaba algo y el mensaje quedaba más claro. Alguien vio a la cigüeña?? Nosotros no. Por no ver no vimos ninguna clase de ave, ni un triste gorrioncillo.

A la vuelta del viaje me noté un bulto en el pecho. Fui al día siguiente al ginecólogo, el cual me quitó todo el miedo que podía llevar. Me dijo que estaba casi al 100% seguro de que no era nada de nada. Me operarían para sacarlo y listo. Nuestra sorpresa fue cuando nos dieron los resultados resultó que el nada se había convertido en todo. Aquí es cuando empieza mi lucha. Espero ir contando poco a poco mi experiencia con vuestra ayuda. Si alguien tiene preguntas o quiere compartir algo conmigo dejar vuestros comentarios.